[ { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.1. «Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.\\n1. CONMOVERSE", "choices": [ "confundirse", "agitarse", "alborotarse", "perturbarse", "desconcertarse" ], "answer": "d" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.2. OPORTUNO", "choices": [ "deseado", "preciso", "requerido", "previsto", "necesario" ], "answer": "b" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.3. ¿Cuál es el sentido de la palabra DISTINGUIR en el contexto del cuarto párrafo \ndel texto leído?", "choices": [ "RECONOCER, porque Carlos se dio cuenta del cansancio del payaso, al estar \nmuy cerca de él.", "ANALIZAR, porque Carlos examinó los detalles de la boca del payaso, a pesar \ndel maquillaje que este llevaba en la cara.", "OBSERVAR, porque Carlos advirtió las marcas en la boca del payaso cuando lo \nvio muy de cerca.", "DESCUBRIR, porque Carlos se sorprendió al notar una parte de la cara del \npayaso sin maquillaje.", "APRECIAR, po rque Carlos percibió la hipocresía de la risa del payaso, cuando \neste se detuvo a sonreírle." ], "answer": "a" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.4. ¿Cuál es la actitud de Carlos durante la función del circo?", "choices": [ "Preocupación, pues se cuestiona cuál será su reacción frente a los payasos.", "Curiosidad, pues observa cada detalle de las piruetas de los artistas del show.", "Expectación, pues aguarda con ansiedad el espectáculo de los payasos.", "Impaciencia, pues se aburre frente a la monotonía de algunos números del \nshow.", "Incredulidad, pues se fija en los fingidos gestos de los artistas durante su \nespectáculo." ], "answer": "c" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.5. En el cuarto párrafo, la expresión “ pobre diablo ” alude a un hombre que", "choices": [ "debe simular felicidad para entretener a los espectadores del circo.", "está aburrido de repetir su rutina diariamente.", "causa temor en un pequeño niño que lo admira.", "carece de reconocimiento fuera del espectáculo circense.", "demuestra preocupación al no lograr hacer reír a un pequeño niño." ], "answer": "a" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.6. El padre de Carlos le impide asistir al circo porque cree que el espectáculo de \nlos trapecistas puede", "choices": [ "poner en riesgo la seguridad física de su hijo.", "afectar el estado emocional de su hijo.", "provocar una curiosidad desmedida en su hijo.", "incitar a su hijo a aprender ese oficio.", "aumentar su interés exagerado por el circo." ], "answer": "b" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.7. ¿Cuál es la actitud de los compañeros de Carlos hacia él?", "choices": [ "De burla, debido a que Carlos ha sido excluido de ciertas experiencias por su \nhipersensibilidad.", "De incomprensión, debido a que Carlos tiene intereses distintos a los de \nellos.", "De superioridad, debido a que creen que Carlos carece de fuerza física para \nejecutar piruetas circenses.", "De rechazo, debido a que excluyen a Carlos de sus arriesgados juegos \ncircenses.", "De curiosidad, debido a que Carlos parece más retraído que el resto de los \nniños de su edad." ], "answer": "a" }, { "question": "«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos \nmeses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de \nlos mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, \nentonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos \nmayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas \ndesgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. \nTambién los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes \naspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía \nque eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre \nentendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el \nriesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo \nparecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día \nse le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No \nhabría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda \nfrase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego \na explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos \nse sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. \n“¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, \nsí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una \nmujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a \nlos payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en \nbicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un \nmalabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se \nencontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de \nlos grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un \nenano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en \nel trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos \nempezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera \nsu gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea \nabsurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se \npegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más \ncómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, \ntan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada \ny fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada \ny le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros \ntres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los \nporrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. \n \n1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo \ntomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus \nhermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba \nqué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre \nsospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó \ndespacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó \nsi estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de \nverlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el \nmalentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». \n \nMario Benedetti, Esa boca.8. Del primer párrafo, se infiere que Carlos", "choices": [ "rechazaba la opinión del padre en relación con los trapecistas.", "corría un riesgo emocional si veía el espectáculo de los payasos.", "se extrañaba frente a las piruetas que sus hermanos imitaban del circo.", "anhelaba profundamente conocer la vida de los payasos.", "era molestado en su entorno por no haber visitado el circo a su edad. \n \n LECTURA 2 (Preguntas 9 a 1 6)" ], "answer": "E" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).10. MOSTRANDO", "choices": [ "preservo", "protejo", "resguardo", "conservo", "reservo" ], "answer": "d" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).11. ¿Qué imaginan Cándido y Georgina cuando escuchan la canción “ Yo soy como \nel cisne…”?", "choices": [ "exhibiendo", "revelando", "luciendo", "exponiendo", "descubriendo " ], "answer": "a" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).12. ¿Cuál de los siguientes personajes del fragmento es calificado como “chismoso”?", "choices": [ "La despedida en la estación de tren.", "Una accidental caída durante un paseo.", "La ejecución de una promesa antes pactada.", "Un encuentro en la orilla de un río.", "Un cerrar de ojos mientras se toman la mano." ], "answer": "d" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).13. ¿Cuál es el tema de la discusión que se produce entre los personajes Cándido y \nGeorgina?", "choices": [ "Gina", "Georgina", "Cándido", "La madre de Georgina", "El Secretario de Cultura" ], "answer": "a" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).14. \n“Cándido: –(…) Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a \nseparar más nunca. ¿Verdad que sí?” \n \nEn el contexto del párrafo cuarenta y tres, ¿qué actitud manifiesta Cándido en el \nsegmento anterior?", "choices": [ "El propósito del viaje realizado por Georgina.", "El contenido de la promesa que ambos pactan.", "Las causas que explican la separación de los personajes.", "La existencia de un objeto dejado como “prenda”.", "Las particularidades del día en que Georgina viaja. " ], "answer": "E" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).15. \n“Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos \nella fue… Cecilia Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa \nFernanda…” \n \nEn el contexto del cuarto párrafo, ¿con qué propósito discursivo el Secretario \npronuncia el segmento anterior?", "choices": [ "Dubitativa", "Alegre", "Indecisa", "Optimista", "Incrédula" ], "answer": "d" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte \npor los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina \nTravieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o \nMaría la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los \nmúsicos y la dama se conocen…) \n------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe \nestarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa \nchismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas \nde que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la \ncinta azul de las trenzas. \n \n2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente \n(campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella \nmañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo \nanocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de \nla tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa \ncinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado \nque evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta \nla aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como \nel cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú \nsabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me \nimagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta \na su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra \nlos ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos \nviolines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. \nQuiero que estemos juntos hasta el final. \n - 2021\n- 9 -  2021 \n- 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no \nsé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no \nnos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada \nsobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la \naguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta \nse muere…” ». \n \nTomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , \n1995 (fragmento).16. \nGeorgina: – Mírate joven en la glorieta… \nCándido: – Eh, eh, un pollo. \n \nLa expresión subrayada tiene el sentido de", "choices": [ "Comparar a Georgina Travieso con personajes de obras musicales que \ninterpretó.", "Citar a una serie de personajes de obras musicales admiradas por Georgina \nTravieso.", "Enumerar a personajes de obras musicales que representó Georgina \nTravieso.", "Destacar a person ajes de obras musicales que influyeron en la carrera de \nGeorgina Travieso.", "Caracterizar a personajes de obras musicales preferidas de Georgina \nTravieso. \n \n - 2021\n- 12 -  2021 \n- 13 -" ], "answer": "c" }, { "question": "«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de \nfondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran \ndama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto \nseguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. \nAplausos.1. «Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?", "choices": [ "un muchacho incapaz de tomar decisiones.", "un hombre sin carácter.", "un joven inconsciente.", "un hombre sin muchos talentos.", "un muchacho sin experiencia." ], "answer": "E" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).17. ¿Cuál es el sentido de la palabra USO en el contexto del tercer párrafo del \nfragmento leído?", "choices": [ "APLICACIÓN, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá de que los \nusuarios pongan en práctica los ideales que inspiraron su creación.", "EMPLEO, porque el juicio de valor sobre la tecnología de Internet dependerá del \nmodo en que los usuarios la ut ilicen.", "EXPLOTACIÓN, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá de que los \nusuarios saquen provecho de los recursos que esta ofrece.", "MANEJO, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá de que sean los \nusuarios quienes controlen esta te cnología.", "MANIPULACIÓN, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá del tipo \nde intervención que realicen los usuarios a través de la red." ], "answer": "b" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).18. ¿Cuál es el sentido de la palabra ELEMENTALES en el contexto del séptimo \npárrafo del fragmento leído?", "choices": [ "ESENCIALES, porque el agua potable, la creación de escuelas, hospitales, \nferrocarriles, etc. caracterizan únicamente a la revolución industrial.", "PRINCIPALES, porque el agua potable, la electricidad, las escuelas, las rutas, \netc. son los avances de la revolución industrial que más destacan.", "PRIMORDIALES, porque el agua potable, la electricidad, las escuelas, los \nhospitales, etc. fueron los primeros logros de la revolución industrial.", "FUNDAMENTALES, porque el agua potable, la electricidad, los hospit ales, etc. \nrepresentan los avances básicos de la revolución industrial.", "CENTRALES, porque el agua potable, la electricidad, las escuelas, los \nautomóviles, etc. son los pilares imprescindibles de la revolución industrial." ], "answer": "d" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).19. ¿Cuál es el sentido de la pal abra CONCRETARSE en el contexto del décimo \npárrafo del fragmento leído?", "choices": [ "CONFIRMARSE, porque las hipótesis futuristas de la ciencia ficción se ratifican \nen el mundo actual: la sustitución del hombre por la máquina y el fin de la \nmateria.", "CONSUMARSE, porque algunos personajes de nuestra realidad encarnan \nciertos tópicos característicos de la ciencia ficción: el encierro y la \nincomunicación en las ciudades.", "REALIZARSE, porque los presagios propios de la ciencia ficción son una \nrealidad en el universo globalizado actual: la destrucción del mundo y el fin de \nlas relaciones humanas.", "MATERIALIZARSE, porque algunos temas tratados por la ciencia ficción son \nperfectamente reconocibles en el mundo real actual: el aislamiento físico y la \nconexión te cnológica.", "PLASMARSE, porque las imágenes contenidas en la ciencia ficción han tomado \nforma en la realidad: la satisfacción de las necesidades en el propio \ndepartamento y la comunicación total a distancia." ], "answer": "d" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).20. ¿Cuál de los siguientes enunciados sintetiza el contenido del sexto párrafo?", "choices": [ "Las imágenes de un accidente son similares a una película de acción.", "La reiteración de imágenes perjudica la comprensión de una noticia.", "La repetición de imágenes estimula la atención en los espectadores.", "Los espectadores aprenden a partir de la reiteración de una imagen.", "La reiteración de imágenes anula la emoción del ser humano. " ], "answer": "E" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).21. Según el fragmento anterior, la comunicación humana es un(a)", "choices": [ "proceso que se ha desnaturalizado con las nuevas tecnologías.", "facultad que se ha desarrollado óptimamente con la tecnología.", "capacidad que ha permitido potenciar la transferencia de información.", "interacción que ha sido completamente reemplazada por la virtualidad.", "competencia que se ha complejizado en el contacto entre personas." ], "answer": "a" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).22. Los prejuicios que se planteaban sobre el desarrollo del ferrocarril a fines del siglo \nXIX surgieron debido a", "choices": [ "el interés de grupos oscurantistas por impedir el uso de este medio de \ntransporte.", "el temor de ciertos grupos humanos frente a los avances de la tecnología.", "las ventajas que querían obtener algunos espíritus apesadumbrados de esa \népoca.", "los nocivos efectos emocionales, en ciertos grupos humanos, que traería su uso.", "las pérdidas económicas que, para ciertos espíritus apesadumbrados, generaría \nsu uso." ], "answer": "b" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).23. ¿Qué opción presenta la idea principal del noveno párrafo?", "choices": [ "El rechazo del mundo social permite el acceso al mundo virtual.", "Los medios de comunicación están al alcance de todas las personas.", "El éxito económico se basa en la capacidad de buscar información en Internet.", "El acceso al conocimiento virtual tendería al alejamiento social del usuario.", "La comunicación es la comunión que establecemos con el otro." ], "answer": "d" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).24. A partir de la lectura del undécimo párrafo, se infiere que el emisor considera la \nrealidad virtual como un(a)", "choices": [ "medio que permite al ser humano comunicarse eficientemente.", "mundo desconocido que inevitablemente perjudica al hombre.", "capacidad creativa que se desarrolla gracias a la tecnología.", "contexto tecnológico evidente que se ha trasformado en un sueño.", "dimensión que no debiera suprimir la capacidad imaginativa del hombre." ], "answer": "E" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).25. Del fragmento leído, se infiere que, para el emisor, una de las consecuencias más \nimportantes de las nuevas tecnologías es", "choices": [ "la imposibilidad de las personas de captar la trascendencia de los hechos \nmediante imágenes.", "la insatisfacción humana causada por la proliferación de los medios masivos de \ncomunicación.", "la desinformación de las personas, provocada por la cantidad de medios \ndisponibles.", "la pé rdida de la capacidad humana de conmoverse ante un hecho impactante.", "la escasa reflexión de los seres humanos sobre la veracidad del origen de la \ninformación." ], "answer": "d" }, { "question": "«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como \npintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el \nmomento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos \npreguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un \nnuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la \nreflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero \nsentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, \nobstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el \nmomento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina \nefectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en \nmateria de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en \nafirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría \nasfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la \nsangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de \nhorribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. \nDudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no \npueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, \ndebemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo \ntiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de \nella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que \nnunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, \nquinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente \ndiríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede \nproponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia \ncuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a \nla revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz \nabonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una \nimpaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de \ntiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá \nimágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las \nimágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no \nsea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de \nlas cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse \n \n3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. \n4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. \n - 2021\n- 14 -  2021 \n- 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, \ncuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la \nespectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona \nembestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a \nla persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta \nveces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas \nposibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, \nbajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y \ntambién, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. \nPero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, \nvolvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una \nsecuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado \nmatando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos \nlas orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer \nque la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. \nLamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene \nacceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos \nnumerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora \nincluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en \ntodavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua \npotable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. \nSi no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la \nmisma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los \nhombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos \nque necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, \nsino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y \ndepósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué \nuniverso social, económico y político se vive, y disponer de toda la información \nposible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no \nlamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? \n \n5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía \nfrancesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante \ndel mundo. \n6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en \nla llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. \n7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la \nimagen. \n8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o \nseguirlo en sus movimientos. \n - 2021\n- 15 -  2021 \n- 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la \nciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de \ntodo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación \ncon todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto \nconcreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que \nse pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros \nsueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, \na continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias \nexcepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. \nContra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que \ncontener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga \nsiempre muy caro». \n \nJosé Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).26. ¿Qué afirma el emisor en relación con el acceso a las nuevas tecnologías?", "choices": [ "Que cada vez que aparece un nuevo avance tecnológico se amplía más la \nbrecha del acceso que existe entre usuarios.", "Que la tecnología solo es privativa de la población que tiene más recursos y \npuede acceder a ella fácilmente.", "Que un alto porcentaje de la población mundial ni siquiera accede a lo \nconquistado en la revolución industrial.", "Que muchas veces se tiene acceso a un computador, pero no a las redes de \nInternet, que es lo que permite estar comunicado.", "Que la revolución de la información solo está p ensada para gente conocedora \nde complejos sistemas virtuales. \n \n \n - 2021\n- 19 -  2021 \n- 20 - \nLECTURA 4 (Preguntas 27 a 34) \n \nEl Yastay \n \nCuento escrito en 2013 por Alejandro Aracena, 59 años, de Tierra Amarilla. Archivo Fucoa, \nFondo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, Biblioteca Nacional" ], "answer": "c" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -27. ¿Quién es el Yastay?", "choices": [ "El protector de los arrieros.", "El jefe de los \"relincho s\".", "Uno de los guanaquitos heridos.", "La mascota de un arriero." ], "answer": "b" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -28. ¿Cuál de los personajes mencionados en el texto es justo y muy inteligente?", "choices": [ "El arriero que socorre a los guanaquitos.", "El Negro García, narrador de la historia.", "El hermoso guanaco llamado Yastay.", "El guanaco jefe de un Relincho." ], "answer": "c" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -29. ¿Cuál es el propósito del Yastay al obstruir el paso del arriero?", "choices": [ "Agradecer el haber cuidado a los guanaquitos heridos.", "Delatar a los delincuentes que causaron la muerte de los guanaquitos.", "Premiar al arriero por interrumpir oportunamente la balacera.", "Advertir acerca del peligro de tropezar con los animales muertos. " ], "answer": "a" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -30. ¿Cuál es el objetivo del texto?", "choices": [ "Narrar la historia del Yastay.", "Describir al Negro García.", "Contar las vivencias de los guanaquitos.", "Destacar las aventuras de unos arrieros." ], "answer": "a" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -31. La historia de los “guanaquitos heridos”, ¿qué función cumple en relación con el \ntexto?", "choices": [ "Crea conciencia de la criminalidad humana.", "Invita a imaginar a través de un relato de aventuras.", "Ejemplifica las virtudes del Yastay.", "Explica lo prodigioso que son los arrieros." ], "answer": "c" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -32. ¿Cuál es el principal valor que transmite el Yastay?", "choices": [ "Valentía.", "Perseverancia.", "Honestidad.", "Sabiduría. " ], "answer": "d" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -33. ¿Qué frase utiliza el narrador para establecer una relación de confianza con los \nlectores?", "choices": [ "“La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos (...)”.", "“Quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hab lar el mismo idioma \ncon ustedes”.", "“Echábamos a correr la imaginación y atentamente escucháb amos al Negro \nGarcía, alias el „ Ollito‟ ”.", "“El Yastay, es un her moso ejemplar de guanaco, mucho más grande que los \notros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos „relincho‟ ”." ], "answer": "b" }, { "question": "Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en \nesta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente \nen estas muestras de nuestra flora y fauna. \nEl Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros \nmachos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de \ntodos los relinchos es el Yastay. \nAhora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente \nprodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, \naventuras o historias. \nLa noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo \nnortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen \ncigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al \nNegro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. \nCuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró \ncerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una \ncriminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con \nesmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando \nestaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. \nUna mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo \ntapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar \nencontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El \narriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de \nsaludo del más grande de los guanacos. \n \n \n - 2021\n- 20 -  2021 \n- 21 -34. En relación con la forma en que está escrito el texto, ¿cuál de las siguientes \ncaracterísticas dificulta su comprensión?", "choices": [ "Las letras mayúsculas de algunas palabras.", "Las palabras en varios idiomas.", "El uso de la puntuación.", "Los cambios en los tiempos verbal es. " ], "answer": "c" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html37. ¿Qué características hicieron que El Peneca se destacara por sobre otras revistas?", "choices": [ "CIRCUNSTANCIAS , ya que los cambios políticos y la crisis económica del \nmomento afectaron la venta de la revista.", "EMERGENCIAS , ya que los cambios políticos y la crisis económica del \nmomento hicieron que la revista estuviera en peligro de desaparecer.", "DIFICULTADES , ya que los cambios políticos y la crisis económica del momento \nimpidieron que la revista vendie ra más ejemplares.", "CONFLUENCIAS, ya que los cambios políticos y la crisis económica del \nmomento se reunieron para que disminuyera la venta de la revista.", "INCIDENCIAS, ya que los cambios políticos y la crisis económica del momento \nocasionaron que bajara la cantidad de revistas impresas." ], "answer": "a" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html38. ¿Cuál de los siguie ntes enunciados sintetiza el contenido del cuarto párrafo?", "choices": [ "demostrar que el público chileno tenía preferencia por las revistas extranjeras.", "dar cuenta de que el periodismo moderno recibía influencia extranjera.", "informar la causa por la cual la revista El Peneca decayó en su venta.", "ejemplificar la importancia de las revistas en la educación de los niños.", "informar acerca del daño producido por las revistas extranjeras a las chilenas." ], "answer": "c" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html39. ¿Cuál de las siguientes opciones presenta las fechas importantes para la revista El \nPeneca ? \n \n Acontecimientos relevantes \n Origen Primera \nrenovación \nde la revista Descenso \ndel tiraje Llegada de \nhistorietas \namericanas Cierre de \nla revista", "choices": [ "Dio inicio al periodismo moderno en Chile y se dirigió a un público infantil.", "Realizó cambios reiterados de sus editores e innovó frecuentemente su formato.", "Se dirigió a un público infantil y recibía colaboraciones de sus lectores.", "Aceptó trabajos de artistas extranjeros e invitó a sus lectores a formar parte de \nla revista.", "Logró un tiraje regular de 180 mil ejemplares en países como Perú y Bolivia." ], "answer": "c" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html40. En relación con el texto, el primer párrafo cumple la función de", "choices": [ "Los cambios sociales y económicos afectaron la venta de la revista El Peneca.", "La revista El Peneca fue intervenida políticamente diez años después de su \nfundación.", "La falta de innovación del conte nido disminuyó la venta de la revista.", "La revista dio cuenta en sus artículos acerca de los problemas de la época.", "La baja calidad en el papel se debió a los problemas internos de la revista." ], "answer": "a" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html41. El descenso del tiraje de la revista El Peneca se debió a", "choices": [ "1905 1908 1911 1940 1950", "1908 1911 1921 1950 1955", "1905 1911 1921 1940 1950", "1908 1911 1921 1955 1960", "1908 1910 1911 1940 1960 " ], "answer": "d" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html42. ¿A partir de qué se organiza la información entregada por el texto?", "choices": [ "enumerar las primeras revistas creadas en la historia del periodismo nacional.", "destacar la importancia de la revista El Peneca en el nacimiento del periodismo \nnacional.", "contextualizar el nacimiento de El Peneca como revista dirigida a un público \ninfantil.", "demostrar la opinión según la cual el periodismo surge a p artir de varias revistas \ninfantiles.", "presentar la relación entre las primeras revistas infantiles y el quehacer \nperiodístico." ], "answer": "c" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html43. ¿A qué se asocia el origen del nombre de la cueca brava?", "choices": [ "las nuevas exigencias del público lector.", "los cambios políticos y la crisis económica.", "la mala gestión de don Enrique Blanchard -Chessi.", "el constante cambio de directores ejecutivos de la revista.", "los criterios de calidad establecidos por algunos directores de la revista." ], "answer": "b" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html\n", "choices": [ "De las distintas características de una revista infantil.", "De una cronología de acontecimientos.", "De los testimonios de periodistas y escritores.", "De la comparación de diversas revistas infantiles.", "De diversas coyunturas h istóricas del siglo XX. " ], "answer": "b" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. 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Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html45. ¿Con qué propósito se menciona en el texto a Roberto Parra?", "choices": [ "Que el más conocido de todos es Roberto Parra.", "Que 3 x 7 veintiuna es una de las agrupaciones que ha dado nuevos aires a la \ncueca brava.", "Que Nano Núñez d ifundió la música de la cueca brava.", "Que el Jazz Huachaca de Roberto Parra es anterior a la cueca brava." ], "answer": "b" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html46. ¿Qué relevancia tiene el uso del pañuelo en la cueca brava?", "choices": [ "Explicar los vínculos entre la cueca brava y el Jazz Huachaca.", "Comparar el estilo de la cueca brava con el Jazz Huachaca.", "Destacar el origen arrabalero de la cueca brava y del Jazz Huachaca.", "Mostrar la influencia del Jazz Huachaca en la creación de la cueca brava." ], "answer": "c" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html47. ¿Cuál es el aporte a la cueca de grupos como Las capitalinas y Las Torcazas?", "choices": [ "Resalta las cualidades de los bailarines.", "Define los roles de la pareja.", "Expresa el dinamismo de los bailarines.", "Manifiesta las intenciones de la pareja. " ], "answer": "d" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html48. Respecto de la ejecución del baile, ¿qué información es pertinente agregar al texto \npara complementar su comprensión?", "choices": [ "La incorporación de nuevos sonidos.", "La integración de personas de distintas edades.", "La divulgación del espíritu genuino de la cueca.", "El rescate de la cueca como expresión popular." ], "answer": "d" }, { "question": "«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio \nel nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos \nsegmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. 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Uno de estos segmentos fue el público infantil, para \nel que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), \nChicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. \nDe estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de \nmantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la \nrelación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard -\nChessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de \ninterés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último \nmarcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de \nintegrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su \ncirculación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este \nproblema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio \nVaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la \npublicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, \nque causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y \nuna crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja \ncalidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de \ncontenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal \nde la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e \nintrodujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas \nde sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños \nde Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata \na fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se \ncaracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron \nlas del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el \nAventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo \nChile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y \ndeportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El \nPeneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a \ncircular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. \n - 2021\n- 24 -  2021 \n- 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas \nnorteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a \nvarias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, \npara comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de \nadultos, sin negar su identidad de niños». \n \nUna revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 -\narticle -3397.html1. Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.", "choices": [ "Conceder proyección al contenido del texto.", "Otorgar credibilidad a la información del texto.", "Proporcionar vigencia a las explicaciones del texto.", "Aportar en la organización de los datos del texto." ], "answer": "b" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.51. VINCULADA", "choices": [ "dominar", "pasar", "tolerar", "evitar", "disimular" ], "answer": "c" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.52. ¿Cuál es el tema del undécimo párrafo?", "choices": [ "condicionada", "habituada", "ligada", "fusionada", "combinada " ], "answer": "c" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.53. ¿Qué función cumple la mención de lo expresado por Santiago Ramón y Cajal en el \núltimo párrafo?", "choices": [ "La fragilidad de la memoria de los ancianos.", "Los beneficios del ejercicio físico para el cerebro de los adultos mayores.", "Las capacidades del cerebro de los adultos mayores.", "Las consecuencias del paso del tiempo en el cerebro.", "Los efectos del envejecimiento cerebral en los adultos mayores." ], "answer": "b" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.54. ¿Cuál es la idea pr incipal del texto anterior?", "choices": [ "Reiterar la idea expresada por Sergio Mora, respecto del valor de la actividad \naeróbica para el cerebro.", "Confirmar el vínculo que establecen los doctores entrevistados entre educación \ny neurociencia.", "Rebatir la idea del efecto de la denominada gimnasia cerebral para mantener la \nmente activa.", "Reforzar la idea de que el cerebro se desarrolla y se estimula con el aprendizaje.", "Ejemplificar los aspectos que explican la variabilidad de la actividad cerebral." ], "answer": "d" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.55. A partir de lo expresado en el sexto párrafo, se infiere que", "choices": [ "Los ejercicios para prolongar la utilidad del cerebro.", "Los métodos para conseguir el aprendizaje continuo.", "Las estrategias para cambiar la estructura del cerebro.", "Las técnicas para aumentar la inteligencia humana.", "Las recomendaciones para desarrollar la capacidad del cerebro. " ], "answer": "E" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.56. ¿Qué relación se establece entre el segundo y tercer párrafos del texto? \n \n En el segundo, En el tercero,", "choices": [ "la variedad de actividades mentales desafiantes ayuda al cerebro.", "la rutina dificulta el aprendizaje de una nueva actividad.", "la eficacia de un ejercicio mental depende de la capacidad cognitiva.", "el ejercicio mental provoca mejores efectos en personas activas.", "el aprendizaje de un idioma está reservado a las personas monótonas." ], "answer": "a" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.57. ¿Cuál es el propósito comunicativo del texto leído?", "choices": [ "se describen los beneficios de los \nejercicios orientados a optimizar el \ncerebro humano. se agregan ventajas más \nespecíficas de aquellos ejercicios.", "se evidencia la necesidad de \nrealizar actividades para mejorar la \ncapacidad del cerebro. se advierte sobre el fracaso de \nalgunas de estas actividades.", "se enumera la variedad de \nmétodos para ejercitar las \nhabilidades mentales. se cita la opinión de expertos \nsobre los efectos secundarios de \nestos métodos.", "se destaca el interés por generar \nmétodos para desarrollar la mente \nhumana. se sugiere la necesidad de \ninformarse sobre las \nconsecuencias de estos métodos.", "se mencionan las ofertas \ndestinadas a mejorar el \ndesempeño del cerebro. se cuestiona la eficacia de esas \nofertas a partir de la opinión de \nespecialistas. \n \n " ], "answer": "E" }, { "question": "Vitaminas, ejercicios mentales, videojuegos, infusiones, pasas o suplementos \nalimenticios. De todo se promociona y vende bajo la promesa de mejorar el \nfuncionamiento del cerebro y sus capa cidades cognitivas. Una oferta que se \nvuelve de lo más tentadora cuando se trata de hacerle frente a un sistema \nlaboral y académico cada vez más competitivo y exigente, en el que solo \nparecen triunfar las mentes más “musculosas”.2. De ahí que el concepto “en trenamiento mental” haya dado lugar, en el \nhemisferio norte, al nacimiento de centros y sitios web que ofrecen, a través de \nuna serie de ejercicios, mejorar la capacidad de atender, concentrarse, \nmemorizar y analizar un hecho o un texto escrito, además de ser más creativo \ny agudo. Más inteligente, en definitiva.3. Los especialistas, basados en múltiples estudios, dicen que esta gimnasia \ncerebral lo que hace es mantener la mente activa, pero no hay pruebas de que \naumente las capacidades cognitivas. “Resolver c rucigramas, sudokus y otros \njuegos mentales pueden volvernos expertos en este tipo de juegos, pero no nos \nhacen más inteligentes o talentosos”, advierte el doctor Sergio Mora, \ninvestigador en neurociencias y jefe del Laboratorio de Farmacología del \nComportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.4. Lo que ayuda al cerebro a funcionar a plena capacidad tiene más que ver con \nllevar una vida saludable, que con pociones mágicas o soluciones onerosas \n“que aumenten las capacidades mentales de l a noche a la mañana”, agrega. \n \n No hay magia5. Efectivamente, dice el doctor Jorge González Hernández, neurólogo encargado \ndel Programa de Memoria del Departamento de Neurología de la Universidad \nCatólica, existen estrategias que ayudan a una mayor eficienc ia en el \nalmacenaje de la información, como ayudas mnemotécnicas, o en mejorar la \natención, como trabajar en un lugar tranquilo, “pero normalmente no son de \nutilidad en personas activas laboralmente o estudiantes que están \nespontáneamente sometidos a activ idades que implican un entrenamiento \ncognitivo”. \n - 2021\n- 32 -  2021 \n- 33 -6. Además, recalca que para quienes realizan diariamente actividades \ndemandantes de atención o memoria, “no tiene sentido que hagan ejercicios \nextras. En cambio, a personas con actividades monótonas o rutinaria s, sí se \nles recomienda realizar cosas diferentes y desafiantes, como aprender un \nnuevo idioma o un nuevo baile”.7. Tampoco lo son suplementos alimenticios o medicamentos que prometen \naumentar las capacidades cognitivas. “Las vitaminas o suplementos \nnutricionales solo serían útiles en personas carenciadas de alguna de ellas, \npero en otros casos, son inútiles”, dice el doctor González, y agrega: “Las \nvitaminas más importantes para la concentración y la memoria son la tiamina \n(B1), la cianocobalamina (B12), la niacina o ácido nicotínico y el ácido fólico”.8. La ingesta de medicamentos, en tanto, solo hace una diferencia cuando las \ncapacidades cognitivas, como la atención y la concentración, están afectadas \npor un trastorno patológico como el déficit atencional, ad vierte el doctor Sergio \nMora. \n \n Órgano maravilloso9. Así las cosas, si hay un ejercicio que efectivamente le hace bien al cerebro, ese \nes el físico, pues es un órgano que necesita mucho oxígeno y energía para \ndesarrollar de forma eficiente sus funciones. “La actividad aeróbica, al \naumentar la irrigación sanguínea de nuestro cerebro, aumenta la oxigenación \ny favorece la sobrevivencia de las neuronas”, dice el doctor Mora.10. Lo bien que le hace a este órgano la actividad física ha quedado patente en \ndiversas i nvestigaciones. Una de científicos de la Universidad de Indiana \nmostró que el ejercicio ayuda a sobrellevar mejor el estrés, ya que “actúa sobre \nlos neuroquímicos involucrados en la respuesta del estrés al cuerpo”, según \npublicó la American Psychological A ssociation en su sitio web.11. En tanto, un estudio de la Universidad de Edimburgo (en Escocia) y publicado \npor la revista especializada Neurology , mostró que en los adultos mayores de \n70 años la actividad física ayuda a evitar que el cerebro se encoja o atrofie, \nuna consecuencia de la vejez que está vinculada a la pérdida de memoria y de \notras capacidades cerebrales.12. Otras conductas que cuidan al c erebro son tener un sueño reparador, así \ncomo procurarse momentos de entretención. Sin embargo, si hay algo que de \nverdad lo ayuda a crecer y desarrollarse, eso es el aprendizaje. “Cada vez que \naprendemos algo nuevo se establece una nueva conexión neuronal en nuestro \ncerebro. Y esto nos lleva a la conclusión de que el principal factor protector de \nnuestro cerebro es el aprendizaje continuo”, afirma el académico e \ninvestigador.13. En este punto, el doctor Sergio Mora, que ha estudiado la relación de \nneurociencias y educación, se detiene para decir: “El cerebro necesita que se \nle estimule con actividades novedosas, que generen curiosidad y placer por \naprender. Santiago Ramón y Cajal planteó, hace más de un siglo, que todo \n - 2021\n- 33 -  2021 \n- 34 - hombre puede ser, si se lo propone, escul tor de su propio cerebro. Este órgano \nmaravilloso puede cambiar su funcionamiento y estructura dependiendo de lo \nque hagamos, sintamos, percibamos, pensemos o imaginemos”». \n \nPamela Elgueda , El Mercurio , 30–03–2013.1. «Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.", "choices": [ "Informar a las personas que deseen fortalecer su intelecto mediante \nentrenamientos programados.", "Instruir a las personas sobre técnicas para evitar el deterioro cerebral, el que se \nexpresa en la pérdida de memoria.", "Exponer estudios realizados en diversas universidades acerca del desarrollo y \ncuidado del cerebro.", "Aclarar mitos y creencias erradas acerca de lo que favorecería las capacidades \ncognitivas del cerebro.", "Criticar el uso indiscriminado de medicamentos como medio para mejorar el \nfuncionamiento del cerebro. \n \n \n - 2021\n- 37 -  2021 \n- 38 - \nLECTURA 8 (Preguntas 58 a 65)" ], "answer": "d" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .59. DESFILAR", "choices": [ "validar", "controlar", "resguardar", "reafirmar", "constatar" ], "answer": "E" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .60. En el último párrafo el protagonista de la historia se encuentra", "choices": [ "pasar", "marchar", "deambular", "aparecer", "pasear" ], "answer": "a" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .61. De acuerdo con el quinto párrafo, ¿por qué el narrador decide no contar a su amada \nentre los transeúntes? \n \nPorque", "choices": [ "dichoso de ser trasladado a un puesto cerca de su amada.", "reconfortado con el logro de su trabajo.", "liberado de la rutina de su tarea anterior.", "animado por la idea de ser promovido.", "esperanzado de poder relacionarse con su amada." ], "answer": "E" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .62. En el contexto de los párrafos primero y segundo, ¿por qué el protagonista se \ndeclara una persona poco confiable? \n \nPorque", "choices": [ "desea contemplar su belleza sin distracciones.", "piensa que ella es incomparable con las personas que cruzan el puente.", "quiere evitar que ella forme parte de los datos estadísticos.", "cree que ella dejará de transitar por aquel puente si la contabiliza.", "considera que su belleza será ocultada por las estadísticas." ], "answer": "c" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .63. De los dos primeros párrafos, ¿qué se desprende de las alusiones del protagonista \nacerca de las conductas de sus superiores? \n \nQue ellos son", "choices": [ "sabe que es imposible contabilizar a todas las personas que pasan por el \npuente.", "falla en el conteo de personas cada vez que su amada pasa por el puente.", "tiene el hábito de mentir sobre sus regi stros a sus superiores para dejarlos \ncontentos.", "encubre con cifras falsas su facilidad para distraerse cuando contabiliza \npersonas.", "varía las cifras del conteo de personas, según sus estados de ánimo." ], "answer": "E" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .64. ¿Qué visión de sociedad se infiere a partir del trabajo realizado por el protagonista? \n \n Una sociedad", "choices": [ "burócratas preocupados únicamente de los buenos resultados.", "funcionarios estatales interesados solo en el reconocimiento laboral.", "supervisores insensibles ante la realidad de las personas.", "empleados oportunistas que solo piensan en las metas futuras.", "operarios tan obsesionados por cumplir metas, que se olvidan de las personas." ], "answer": "a" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada .65. A partir de lo expresado en el relato, ¿cómo considera su trabajo el protagonista? \n \nComo", "choices": [ "represiva, porque ejerce prácticas de control sobre las personas.", "deshumanizada, porque el ser humano aparece como algo cuantificable.", "estandarizada, porque las personas son vistas como seres uniformados.", "exitista, porque las personas miden sus logros solo a través de cifras.", "individualista, porque la rutina laboral aísla a los seres humanos." ], "answer": "b" }, { "question": "«Ellos han operado mis piernas y me han dado un puesto en que puedo estar \nsentado: cuento las gentes que pasan por el nuevo puente. Les da gusto \natestiguar con número su habilidad, se embriagan con esa nada sin sentido de \nun par de cifras, y todo el día, todo el día, marcha mi boca muda como la \nmaquinaria de un reloj, amontonando cifras sobre cifras, para regalarles por la \nnoche el triunfo de un número. Sus rostros resplandecen cuando les comunico \nel resultado de mi turno de trabajo; cuanto más alto es el número, tanto más \nresplandecen sus rostros y tienen motivo para acostarse satisfechos en la \ncama, pues muchos miles pasan diariamente por su nuevo puente... Pero sus \nestadísticas no están bien. Me da mucha pena, pero no están bien. Soy un \nhombre en quien no se puede confiar, aunque entiendo que despierto la \nimpresión de lealtad.2. En secreto me produce alegría quitarles uno de vez en cuando, y luego \ntambién, cu ando siento compasión, regalarles un par de más. Su felicidad está \nen mi mano. Cuando estoy furioso, cuando no tengo nada que fumar, indico \nsolamente el término medio, algunas veces por debajo del término medio, y \ncuando mi corazón late, cuando estoy conte nto, dejo que mi generosidad fluya \nen un número de cinco cifras. ¡Son tan felices! Me arrancan en cada ocasión el \nresultado de mi mano y sus ojos se iluminan y me dan palmaditas en el \nhombro. ¡No sospechan nada! Y luego empiezan a multiplicar, dividir, \nporcentualizar, yo no sé qué. Calculan cuántos pasarán hoy cada minuto por \nel puente y cuántos pasarán en diez años por el puente. Aman el segundo \nfuturo; el segundo futuro es su especialidad y, sin embargo, me da mucha \npena, todo eso no concuerda...3. Cuando m i pequeña amada pasa por el puente –y pasa dos veces por día – mi \ncorazón simplemente se detiene. El incansable latir de mi corazón \nsencillamente se detiene, hasta que ella dobla hacia la avenida y desaparece. Y \ntodos los que pasan en ese tiempo, los silenc io. Esos dos minutos me \npertenecen a mí, a mí solo, y no dejo que me los quiten. Y aun cuando ella al \natardecer regresa de su heladería –yo he sabido entretanto que trabaja en una \nheladería– cuando pasa por el otro lado de la acera frente a mi boca muda, q ue \ntiene que contar, contar, mi corazón se detiene de nuevo y comienzo de nuevo \na contar, cuando ya no la veo a ella. Y todos los que tienen la suerte de desfilar \nen esos minutos ante mis ojos ciegos, no entran en la eternidad de las \nestadísticas: hombres de sombra, mujeres de sombra, seres de la nada, que no \nmarcharán con los demás en el segundo futuro de las estadísticas...4. Está claro que la amo. Pero ella no sabe nada de esto y no quiero tampoco que \nlo sepa. No debe sospechar de qué modo tan increíble ella anula todos los \ncálculos, y ella debe ser inocente y no sospechar nada, y con sus largos \ncabellos castaños y sus tiernos pies marchar a su heladería, y ha de recibir \nmuchas propinas. La amo. Está clarísimo que la amo. \n - 2021\n- 38 -  2021 \n- 39 -5. Recientemente me han supervisado. El camarada, que está sentado al otro \nlado y tiene que contar los autos, me advirtió ya muy pronto y yo hice maldito \ncaso. He contado como un loco; un cuentakilómetros no puede contar mejor. \nEl superestadístico en persona se colocó allá enfrente, al otro lado, y ha \ncomparado después el resultado de una hora con el resultado de mi hora. Yo \nsolo tenía uno menos que él. Mi pequeña amada había pasado y jamás en la \nvida hubiera hecho yo transportar a esa hermosa criatura al segundo futuro; \nesa mi pequeña amada no debe ser multiplicada y dividida y ser transformada \nen una nada porcentual. Mi corazón sangraba de tenerla que contar, sin \npoderla seguir mirando, y al amigo de allá, el que tiene que contar los autos, le \nestoy muy agradecido.6. El superestadístico me ha dado palmaditas en el hombro y ha dicho que soy \nbueno, confiable y fiel. “Errar uno en una hora”, ha dicho, “no es mucho. Sin \nembargo, tenemos en cuenta un cierto desgaste porcentual. Solicitaré que sea \nusted trasladado a contar carros de caballos”.7. Carros de caballos es naturalmente una suerte.8. Carros de caballos es una alegría como nunca antes.9. Carros de caballos hay todo lo más veinticinco por día, y hacer que cada media \nhora caiga el siguiente número en el cerebro, ¡es una alegría! Carros de \ncaballos se ría magnífico. Entre cuatro y ocho no puede pasar ningún carro de \ncaballos por el puente, y podría ir a pasear o apresurarme a la heladería, \npodría mirarla largamente o podría quizás llevarla un rato hacia casa, a mi \npequeña amada no numerada...» \nHeinrich Böll, La amada no enumerada.", "choices": [ "rutinario y riguroso.", "metódico y exigente.", "monótono e intrascendente.", "aburrido e innecesario.", "absorbente y anónimo." ], "answer": "c" } ]