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«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.1. «Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.\n1. CONMOVERSE
confundirse
agitarse
alborotarse
perturbarse
d
«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.2. OPORTUNO
deseado
preciso
requerido
previsto
b
«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.3. ¿Cuál es el sentido de la palabra DISTINGUIR en el contexto del cuarto párrafo del texto leído?
RECONOCER, porque Carlos se dio cuenta del cansancio del payaso, al estar muy cerca de él.
ANALIZAR, porque Carlos examinó los detalles de la boca del payaso, a pesar del maquillaje que este llevaba en la cara.
OBSERVAR, porque Carlos advirtió las marcas en la boca del payaso cuando lo vio muy de cerca.
DESCUBRIR, porque Carlos se sorprendió al notar una parte de la cara del payaso sin maquillaje.
a
«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.4. ¿Cuál es la actitud de Carlos durante la función del circo?
Preocupación, pues se cuestiona cuál será su reacción frente a los payasos.
Curiosidad, pues observa cada detalle de las piruetas de los artistas del show.
Expectación, pues aguarda con ansiedad el espectáculo de los payasos.
Impaciencia, pues se aburre frente a la monotonía de algunos números del show.
c
«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.5. En el cuarto párrafo, la expresión “ pobre diablo ” alude a un hombre que
debe simular felicidad para entretener a los espectadores del circo.
está aburrido de repetir su rutina diariamente.
causa temor en un pequeño niño que lo admira.
carece de reconocimiento fuera del espectáculo circense.
a
«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.6. El padre de Carlos le impide asistir al circo porque cree que el espectáculo de los trapecistas puede
poner en riesgo la seguridad física de su hijo.
afectar el estado emocional de su hijo.
provocar una curiosidad desmedida en su hijo.
incitar a su hijo a aprender ese oficio.
b
«Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un larg o, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Solo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil qu e corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad.2. Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo al pa dre: “¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas”. En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.3. La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos , pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron –ahora sí – los payasos.4. Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola1, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenz aron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos. 1 Voltereta.5. Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenido, la madre lo tomó de un brazo y salieron a la c alle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera . Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”6. Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Solo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír». Mario Benedetti, Esa boca.7. ¿Cuál es la actitud de los compañeros de Carlos hacia él?
De burla, debido a que Carlos ha sido excluido de ciertas experiencias por su hipersensibilidad.
De incomprensión, debido a que Carlos tiene intereses distintos a los de ellos.
De superioridad, debido a que creen que Carlos carece de fuerza física para ejecutar piruetas circenses.
De rechazo, debido a que excluyen a Carlos de sus arriesgados juegos circenses.
a
«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de fondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran dama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto seguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. Aplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte por los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los músicos y la dama se conocen…) ------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe estarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa chismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas de que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la cinta azul de las trenzas. 2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente (campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella mañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo anocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de la tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa cinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado que evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta la aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como el cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú sabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me imagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta a su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra los ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos violines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. Quiero que estemos juntos hasta el final. - 2021 - 9 -  2021 - 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no sé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada sobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la aguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta se muere…” ». Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , 1995 (fragmento).10. MOSTRANDO
preservo
protejo
resguardo
conservo
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«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de fondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran dama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto seguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. Aplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte por los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los músicos y la dama se conocen…) ------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe estarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa chismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas de que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la cinta azul de las trenzas. 2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente (campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella mañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo anocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de la tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa cinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado que evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta la aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como el cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú sabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me imagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta a su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra los ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos violines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. Quiero que estemos juntos hasta el final. - 2021 - 9 -  2021 - 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no sé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada sobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la aguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta se muere…” ». Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , 1995 (fragmento).11. ¿Qué imaginan Cándido y Georgina cuando escuchan la canción “ Yo soy como el cisne…”?
exhibiendo
revelando
luciendo
exponiendo
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«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de fondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran dama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto seguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. Aplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte por los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los músicos y la dama se conocen…) ------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe estarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa chismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas de que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la cinta azul de las trenzas. 2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente (campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella mañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo anocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de la tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa cinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado que evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta la aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como el cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú sabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me imagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta a su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra los ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos violines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. Quiero que estemos juntos hasta el final. - 2021 - 9 -  2021 - 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no sé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada sobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la aguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta se muere…” ». Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , 1995 (fragmento).12. ¿Cuál de los siguientes personajes del fragmento es calificado como “chismoso”?
La despedida en la estación de tren.
Una accidental caída durante un paseo.
La ejecución de una promesa antes pactada.
Un encuentro en la orilla de un río.
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«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de fondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran dama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto seguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. Aplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte por los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los músicos y la dama se conocen…) ------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe estarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa chismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas de que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la cinta azul de las trenzas. 2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente (campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella mañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo anocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de la tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa cinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado que evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta la aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como el cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú sabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me imagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta a su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra los ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos violines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. Quiero que estemos juntos hasta el final. - 2021 - 9 -  2021 - 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no sé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada sobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la aguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta se muere…” ». Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , 1995 (fragmento).13. ¿Cuál es el tema de la discusión que se produce entre los personajes Cándido y Georgina?
Gina
Georgina
Cándido
La madre de Georgina
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«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de fondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran dama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto seguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. Aplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte por los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los músicos y la dama se conocen…) ------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe estarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa chismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas de que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la cinta azul de las trenzas. 2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente (campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella mañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo anocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de la tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa cinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado que evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta la aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como el cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú sabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me imagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta a su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra los ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos violines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. Quiero que estemos juntos hasta el final. - 2021 - 9 -  2021 - 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no sé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada sobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la aguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta se muere…” ». Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , 1995 (fragmento).15. “Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecilia Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…” En el contexto del cuarto párrafo, ¿con qué propósito discursivo el Secretario pronuncia el segmento anterior?
Dubitativa
Alegre
Indecisa
Optimista
d
«En el es cenario de una sala de fiestas, u n letrero inmenso colgado del telón de fondo reza: “LA CULTURA ES INMORTAL”. Se está homenajeando a una gran dama de la ciudad. El Secretario de Cultura del municipio la condecora y, acto seguido, una niña engalanada le entrega el tradicional ramo de flore s. Aplausos.2. Banda de sonido3. Se oye una música solemne y patriotera…4. El Secretario : – ¡Guantanameros!, en cincuenta años, desparramando su arte por los escenarios del mundo, Georgina Travieso no fue solo Georgina Travieso, no, para muchos ella fue… Cecili a Valdés o Madame Butterfly o María la O, o Luisa Fernanda…5. (Una serie de planos campo /contracampo2 nos deja adivinar que uno de los músicos y la dama se conocen…) ------------------------------------------------------------------------------6. En casa de Cá ndido (interior y patio)7. Unas manos arrugadas instalan un disco en un gramófono antiguo.8. Georgina: – Mírate joven en la glorieta…9. Cándido: – Eh, eh, un pollo.10. Georgina: – Me siento como si estuviera haciendo una travesura. Gina debe estarme buscando por toda la fiesta. Y ya verás mañana lo que cuenta esa chismosa.11. (Brindan para celebrar el encuentro y se toman las copas de licor.)12. Georgina: – ¡Ay! ¿Y esta niña? me pare ce haberla visto hace poco.13. Cándido: – No tengo la menor idea de quién podrá ser…14. Georgina: – Debe ser que ya ando mal de la cabeza.15. Cándido: – Yo creo que tú… nunca anduviste muy bien de la cabeza.16. Georgina: – ¡Qué jóvenes éramos entonces!17. Cándido: – ¿Sabes que todavía guardo tu cinta azul?18. Georgina: – ¿Mi cinta azul?19. Cándido: – Te olvidaste… (Se levanta como para buscar algo) ¿No te acuerdas de que cuando te fuiste me prometiste que volverías? Me dejaste en prenda la cinta azul de las trenzas. 2 Técnica de cambio de posición del enfoque de la cámara sobre el personaje: de frente (campo) a de espaldas (contracampo). Se usa en los diálogos de dos personajes.20. Georgina: – ¡Ay! Ahora me acuerdo: fuiste al andén a despedirme.21. Cándido: – Llovía a cántaros.22. Georgina: – No, Cándido, no llovía. Recuerdo que hacía un día precioso…23. Cándido: – Sí que llovía.24. Georgina: – ¡Nunca he vuelto a ver un sol tan hermoso como el de aquella mañana!25. Cándido: – Había un nublado tan grande que nunca pude saber cuándo anocheció.26. Georgina: – ¿Anocheció? Pero si era al mediodía, Cándido…27. Cándido: – ¡Era de noche, de noche!28. Georgina: – Ja, ja, ja, ¿cómo de noche, muchacho, si el tren salía a la una de la tarde?29. (Aparece en la pantalla una mano erguida, victoriosa, mostrando la dichosa cinta.)30. Cándido: – ¡Aquí está! (Se interrumpe la discusión y ambos regresan al pasado que evoca la cinta.)31. Banda de sonido32. Ya no suena la música, solo se oye el ruido del disco rayado. Cándido levanta la aguja del tocadiscos para pasar a la canción siguiente: se oye “Yo soy como el cisne blanco que cuando canta se muere…”33. Cándido: – ¡Qué jóvenes éramos entonces! Cuando me pongo sentimental ¿tú sabes lo que yo hago? (Va a sentarse sobre la cama) cierro los ojos y me imagino cosas, (Georgina se acerca…) ya estamos a la orilla del río, (y se sienta a su lado) yo tengo veinte años, y tú dieciséis (Georgina le toca la mano y cierra los ojos también) .34. Georgina: – Te veo precioso con tu traje azul.35. Cándido: – Ahora te estás mojando la falda de tu vestido en las aguas del río…36. Georgina: – ¡Ay! ¡Qué fría está el agua!37. Cándido: – Estás a punto de caer y yo…38. Georgina: – ¡Ay! ¿Pero qué haces muchacho? ¡Nos va a ver mamá!39. Banda de sonido40. La música del disco desaparece progresivamente y se oyen, en off, unos violines…41. Cándido: – Te amo, hace cincuenta años que te amo…42. Georgina: – No vayas a a brir los ojos… Piensa que no ha pasado ni un día. Quiero que estemos juntos hasta el final. - 2021 - 9 -  2021 - 10 -43. Cándido: – Cuando te volví a ver, por poco me echo a correr. Tenía miedo, no sé, y sentí dolor aquí, en las mandíbulas. Pero ahora todo va a ser distinto, no nos vamos a separar más nunca. ¿Verdad que sí?44. (Al volverse Cándido hacia ella, la cabeza de la mujer, que estaba apoyada sobre su hombro, resbala y cae como un peso muerto.)45. Cándido: – ¡Yoyita!46. Cándido acomoda el cuerpo sin vida que, al caer sobre la cama, hace saltar la aguja del tocadiscos:47. Banda de sonido48. … y se oye de nuevo el disco rayado: “…que cuando canta se muere /…canta se muere…” ». Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, Muerta de amor (Secuencia fílmica) , película Guantanamera , 1995 (fragmento).16. Georgina: – Mírate joven en la glorieta… Cándido: – Eh, eh, un pollo. La expresión subrayada tiene el sentido de
Comparar a Georgina Travieso con personajes de obras musicales que interpretó.
Citar a una serie de personajes de obras musicales admiradas por Georgina Travieso.
Enumerar a personajes de obras musicales que representó Georgina Travieso.
Destacar a person ajes de obras musicales que influyeron en la carrera de Georgina Travieso.
c
«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).17. ¿Cuál es el sentido de la palabra USO en el contexto del tercer párrafo del fragmento leído?
APLICACIÓN, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá de que los usuarios pongan en práctica los ideales que inspiraron su creación.
EMPLEO, porque el juicio de valor sobre la tecnología de Internet dependerá del modo en que los usuarios la ut ilicen.
EXPLOTACIÓN, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá de que los usuarios saquen provecho de los recursos que esta ofrece.
MANEJO, porque el juicio de valor sobre la Internet dependerá de que sean los usuarios quienes controlen esta te cnología.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).18. ¿Cuál es el sentido de la palabra ELEMENTALES en el contexto del séptimo párrafo del fragmento leído?
ESENCIALES, porque el agua potable, la creación de escuelas, hospitales, ferrocarriles, etc. caracterizan únicamente a la revolución industrial.
PRINCIPALES, porque el agua potable, la electricidad, las escuelas, las rutas, etc. son los avances de la revolución industrial que más destacan.
PRIMORDIALES, porque el agua potable, la electricidad, las escuelas, los hospitales, etc. fueron los primeros logros de la revolución industrial.
FUNDAMENTALES, porque el agua potable, la electricidad, los hospit ales, etc. representan los avances básicos de la revolución industrial.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).19. ¿Cuál es el sentido de la pal abra CONCRETARSE en el contexto del décimo párrafo del fragmento leído?
CONFIRMARSE, porque las hipótesis futuristas de la ciencia ficción se ratifican en el mundo actual: la sustitución del hombre por la máquina y el fin de la materia.
CONSUMARSE, porque algunos personajes de nuestra realidad encarnan ciertos tópicos característicos de la ciencia ficción: el encierro y la incomunicación en las ciudades.
REALIZARSE, porque los presagios propios de la ciencia ficción son una realidad en el universo globalizado actual: la destrucción del mundo y el fin de las relaciones humanas.
MATERIALIZARSE, porque algunos temas tratados por la ciencia ficción son perfectamente reconocibles en el mundo real actual: el aislamiento físico y la conexión te cnológica.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).21. Según el fragmento anterior, la comunicación humana es un(a)
proceso que se ha desnaturalizado con las nuevas tecnologías.
facultad que se ha desarrollado óptimamente con la tecnología.
capacidad que ha permitido potenciar la transferencia de información.
interacción que ha sido completamente reemplazada por la virtualidad.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).22. Los prejuicios que se planteaban sobre el desarrollo del ferrocarril a fines del siglo XIX surgieron debido a
el interés de grupos oscurantistas por impedir el uso de este medio de transporte.
el temor de ciertos grupos humanos frente a los avances de la tecnología.
las ventajas que querían obtener algunos espíritus apesadumbrados de esa época.
los nocivos efectos emocionales, en ciertos grupos humanos, que traería su uso.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).23. ¿Qué opción presenta la idea principal del noveno párrafo?
El rechazo del mundo social permite el acceso al mundo virtual.
Los medios de comunicación están al alcance de todas las personas.
El éxito económico se basa en la capacidad de buscar información en Internet.
El acceso al conocimiento virtual tendería al alejamiento social del usuario.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).25. Del fragmento leído, se infiere que, para el emisor, una de las consecuencias más importantes de las nuevas tecnologías es
la imposibilidad de las personas de captar la trascendencia de los hechos mediante imágenes.
la insatisfacción humana causada por la proliferación de los medios masivos de comunicación.
la desinformación de las personas, provocada por la cantidad de medios disponibles.
la pé rdida de la capacidad humana de conmoverse ante un hecho impactante.
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«Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: “El sueño de la razón engendra monstruos”. En el momento en que explotan las tecnologías de la comunicación, podemos preguntarnos si no están engendrando ante nuestros ojos monstr uos de un nuevo tipo. Por cierto, estas nuevas tecnologías son ellas mismas fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el verdadero sentido de la palabra “despierta”, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿O de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, se descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?2. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un beneficio en materia de comunicaci ón, algunos espíritus apesadumbrados no dudaron en afirmar que esta máquina era terrorífica y que en los túneles la gente moriría asfixiada. Sostenían que a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora la sangre saltaría por la nariz y las orejas y que los viajeros morirían en medio de horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón, que según estos oscurantistas, no pueden producir nada bueno. A pesar de que se equivocan en lo esenc ial, debemos admitir que los progresos suelen ser buenos y malos. Al mismo tiempo.3. Internet es una tecnología que en sí no es ni buena ni mala. Solo el uso que de ella se haga nos guiará para juzgarla. Y por esto es que la razón, hoy más que nunca, no pued e dormirse. Si una persona recibiera en su casa, cada día, quinientos periódicos del mundo entero y si esto se supiera, probablemente diríamos que está loca. Y sería cierto. Porque, ¿quién, sino un loco, puede proponerse leer quinientos periódicos por día? Algunos olvidan esta evidencia cuando bullen de satisfacción al anunciarnos que de ahora en más, gracias a la revolución digital, podemos recibir quinientos canales de televisión. El feliz abonado a los quinientos canales será inevitablemente presa de una impaciencia febril, que ninguna imagen podrá saciar. Se perderá sin límite de tiempo en el laberinto vertiginoso de un zapping3 permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.4. Se dice a veces que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. Las imágenes necesitan muy a menudo de un texto explicativo. Aunque más no sea para hacernos reflexionar sobre el sentido mismo de algunas imágenes, de las cuales la televisión se nutre hasta el paroxismo4. Esto pudo constatarse 3 Acción de cambiar reiteradamente de canal de televisión por medio del mando a distancia. 4 Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado anímico o una sensación. - 2021 - 14 -  2021 - 15 - hace unos años, por ejemplo, dur ante la última etapa del Tour de Francia5, cuando en el sprint6 final de los Campos Eliseos asistimos en directo a la espectacular caída de Abdujaparov.5. Vimos esta escena como hubiéramos visto, en una calle, una persona embestida por un auto. Con la difere ncia de que el auto hubiera embestido a la persona solo una vez. En la televisión, pudimos ver y volver a ver treinta veces la caída accidental de Abdujaparov. Gracias a las miles de nuevas posibilidades de la técnica: con zoom7, sin zoom , en picada, en co ntrapicada, bajo un ángulo, bajo el ángulo opuesto, en travelling8, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, en cámara lenta.6. Con cada repetición, aprendíamos más sobre las circunstancias de la caída. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se mitigaba un poco más. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con la distancia de un cinéfilo que diseca una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado matando nuestra emoción.7. Se nos dice que gracias a las nuevas tecnologías, en lo sucesivo alcanzamos las orillas de la comunicación total. La expresión es engañosa, permite creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicarse. Lamentablemente, no es cier to. Apenas el 3 % de la población del globo tiene acceso a una computadora; y los que utilizan Internet son aún menos numerosos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora incluso la existencia de estas nuevas tecnologías. Hasta ahora no dispon en todavía de las conquistas elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, rutas, ferrocarril, heladera, auto, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información los ignorará de la misma manera.8. La información nos vuelve más eruditos o sabios solo si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder de lejos a todos los documentos que necesitamos, el riesgo de deshumanización aumenta. Y de ignorancia.9. De ahora en más, la llave de la cul tura no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar información a través de los múltiples canales y depósitos que ofrece Internet. Se puede ignorar al mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión. ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? 5 Competencia profesional de ciclismo en ruta, disputada por etapas a lo largo de la geografía francesa, en el mes de julio de cada año. Es considerada la carrera de ciclismo más importante del mundo. 6 Aceleración que realiza un corredor en un tramo determ inado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores. 7 Corresponde a un teleobjetivo especial, cuyo avance o retroceso permite acercar o alejar la imagen. 8 Desplazamiento de la cámara montada en rieles para acercarla al objeto, alejarla de él o seguirlo en sus movimientos. - 2021 - 15 -  2021 - 16 -10. Con obsesión, vemos concretarse el escenario de pesadilla anunciado por la ciencia ficci ón: cada uno encerrado en su departamento, aislado de todos y de todo, en la soledad más horrible, pero conectado a Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.11. Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual. A pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han conducido a universos virtuales extraordinarios, fascinantes, a continentes nuevos, desconocidos, donde hemos vivido experiencias excepcionales, aventuras, amores, peligros. Y a veces también pesadillas. Contra los cuales nos previno Goya. Sin que esto signifique que haya que contener la imaginación, la creación y la invención. P orque esto se paga siempre muy caro». José Saramago, Para qué sirve la comunicación (fragmento).26. ¿Qué afirma el emisor en relación con el acceso a las nuevas tecnologías?
Que cada vez que aparece un nuevo avance tecnológico se amplía más la brecha del acceso que existe entre usuarios.
Que la tecnología solo es privativa de la población que tiene más recursos y puede acceder a ella fácilmente.
Que un alto porcentaje de la población mundial ni siquiera accede a lo conquistado en la revolución industrial.
Que muchas veces se tiene acceso a un computador, pero no a las redes de Internet, que es lo que permite estar comunicado.
c
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -27. ¿Quién es el Yastay?
El protector de los arrieros.
El jefe de los "relincho s".
Uno de los guanaquitos heridos.
La mascota de un arriero.
b
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -28. ¿Cuál de los personajes mencionados en el texto es justo y muy inteligente?
El arriero que socorre a los guanaquitos.
El Negro García, narrador de la historia.
El hermoso guanaco llamado Yastay.
El guanaco jefe de un Relincho.
c
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -29. ¿Cuál es el propósito del Yastay al obstruir el paso del arriero?
Agradecer el haber cuidado a los guanaquitos heridos.
Delatar a los delincuentes que causaron la muerte de los guanaquitos.
Premiar al arriero por interrumpir oportunamente la balacera.
Advertir acerca del peligro de tropezar con los animales muertos.
a
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -30. ¿Cuál es el objetivo del texto?
Narrar la historia del Yastay.
Describir al Negro García.
Contar las vivencias de los guanaquitos.
Destacar las aventuras de unos arrieros.
a
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -31. La historia de los “guanaquitos heridos”, ¿qué función cumple en relación con el texto?
Crea conciencia de la criminalidad humana.
Invita a imaginar a través de un relato de aventuras.
Ejemplifica las virtudes del Yastay.
Explica lo prodigioso que son los arrieros.
c
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -32. ¿Cuál es el principal valor que transmite el Yastay?
Valentía.
Perseverancia.
Honestidad.
Sabiduría.
d
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -33. ¿Qué frase utiliza el narrador para establecer una relación de confianza con los lectores?
“La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos (...)”.
“Quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hab lar el mismo idioma con ustedes”.
“Echábamos a correr la imaginación y atentamente escucháb amos al Negro García, alias el „ Ollito‟ ”.
“El Yastay, es un her moso ejemplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos „relincho‟ ”.
b
Para los que nunca han escuchado hablar del Yastay, quiero hacer un paralé en esta historia y quiero llegar a hablar el mismo idioma con ustedes, especialmente en estas muestras de nuestra flora y fauna. El Yastay, es un her moso eje mplar de guanaco, mucho más grande que los otros machos, inclusive que el jefe de una manada que llamamos “relincho”. El jefe de todos los relinchos es el Yastay. Ahora sí, me siento relajado, para decirles que hay arrieros que son realmente prodigiosos, d onde ellos son los principales protagonistas, contando mentiras, aventuras o historias. La noche del río Jorquera, invitaba, con la claridad de nuestro límpido cielo nortino, a reunirnos al lado afuera del rancho, aspirando el humo de un buen cigarrillo, e chábamos a correr la imaginación y atentamente escuchábamos al Negro García, alias el “Ollito”. Dirigiéndome una mirada burlesca. Cuentan que es justo y muy inteligente, en una oportunidad, un arriero encontró cerca de su corral unos pequeños guanaquitos heridos, que se salvaron de una criminal balacera con metralletas, él los metió en su corral y los cuidó con esmero, del mismo modo los alimentó con la leche de su ganado caprino y cuando estaban totalmente recuperados, los soltó, para verlos libres corre r por el campo. Una mañana, el Yastay, se le cruzó en el camino al arriero y con su cuerpo lo tapaba por delante del caballo para que lo siguiera. Lo hizo y muy cerca del lugar encontró unos animales recién muertos. El Yastay, pagó su deuda de estadía. El arriero charqueó los guanacos y cuando terminó su faena, escuchó un relincho de saludo del más grande de los guanacos. - 2021 - 20 -  2021 - 21 -34. En relación con la forma en que está escrito el texto, ¿cuál de las siguientes características dificulta su comprensión?
Las letras mayúsculas de algunas palabras.
Las palabras en varios idiomas.
El uso de la puntuación.
Los cambios en los tiempos verbal es.
c
«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html37. ¿Qué características hicieron que El Peneca se destacara por sobre otras revistas?
CIRCUNSTANCIAS , ya que los cambios políticos y la crisis económica del momento afectaron la venta de la revista.
EMERGENCIAS , ya que los cambios políticos y la crisis económica del momento hicieron que la revista estuviera en peligro de desaparecer.
DIFICULTADES , ya que los cambios políticos y la crisis económica del momento impidieron que la revista vendie ra más ejemplares.
CONFLUENCIAS, ya que los cambios políticos y la crisis económica del momento se reunieron para que disminuyera la venta de la revista.
a
«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html38. ¿Cuál de los siguie ntes enunciados sintetiza el contenido del cuarto párrafo?
demostrar que el público chileno tenía preferencia por las revistas extranjeras.
dar cuenta de que el periodismo moderno recibía influencia extranjera.
informar la causa por la cual la revista El Peneca decayó en su venta.
ejemplificar la importancia de las revistas en la educación de los niños.
c
«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html39. ¿Cuál de las siguientes opciones presenta las fechas importantes para la revista El Peneca ? Acontecimientos relevantes Origen Primera renovación de la revista Descenso del tiraje Llegada de historietas americanas Cierre de la revista
Dio inicio al periodismo moderno en Chile y se dirigió a un público infantil.
Realizó cambios reiterados de sus editores e innovó frecuentemente su formato.
Se dirigió a un público infantil y recibía colaboraciones de sus lectores.
Aceptó trabajos de artistas extranjeros e invitó a sus lectores a formar parte de la revista.
c
«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html40. En relación con el texto, el primer párrafo cumple la función de
Los cambios sociales y económicos afectaron la venta de la revista El Peneca.
La revista El Peneca fue intervenida políticamente diez años después de su fundación.
La falta de innovación del conte nido disminuyó la venta de la revista.
La revista dio cuenta en sus artículos acerca de los problemas de la época.
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«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html41. El descenso del tiraje de la revista El Peneca se debió a
1905 1908 1911 1940 1950
1908 1911 1921 1950 1955
1905 1911 1921 1940 1950
1908 1911 1921 1955 1960
d
«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html42. ¿A partir de qué se organiza la información entregada por el texto?
enumerar las primeras revistas creadas en la historia del periodismo nacional.
destacar la importancia de la revista El Peneca en el nacimiento del periodismo nacional.
contextualizar el nacimiento de El Peneca como revista dirigida a un público infantil.
demostrar la opinión según la cual el periodismo surge a p artir de varias revistas infantiles.
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«El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html1. «El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron v arias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca , creada por la editorial Zig -Zag, fue la única capaz de mantenerse vigente, tanto por la calid ad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.2. Los primeros tres años de El Peneca , bajo la dirección de Enrique Blanchard - Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés gen eral y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.3. Sin embargo, durante el año 1911, la revista disminuyó notablem ente su circulación, dada la baja calidad de sus contribuciones literarias. Este problema llevó a la primera renovación de la revista, bajo la pluma de Emilio Vaïsse quien estableció un criterio de calidad para los contenidos de la publicación de cuentos e historietas extranjeras y la sección de “Pasatiempos”, que causó furor entre los lectores de la época.4. Después de diez años, y pasando Chile por una serie de cambios políticos y una crisis económica, la revista acusó los efectos de estas coyunturas . La ba ja calidad del papel, un formato en blanco y negro, y la poca innovación de contenidos, produjeron un descenso en el tiraje hacia el año1921.5. En este contexto, se hizo cargo de la revista una destacada intelectual liberal de la época, Elvira Santa Cruz (R oxane), quien le dio un nuevo rostro e introdujo un cambio radical en los contenidos, respondiendo a las demandas de sus lectores. Para Roxane, El Peneca era “una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, (por lo que ) debe ser barata a fin de que no quede cerebro infantil sin esa luz (...)”. Este período se caracterizó por bellas e innovadoras portadas, entre las cuales se destacaron las del ilustrador Coré, las historietas cómicas, seriales como “Quintín el Aventurero” y cuentos que, semana a semana, enganchaban al lector. En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela. - 2021 - 24 -  2021 - 25 -6. La edad de oro de El Peneca llegó a su fin con la importación de historietas norteamericanas, a mediados de la década del cincuenta. Aún así, marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños». Una revista para los niños de Chile. El Peneca (1908 -1960), http:/ /www.memoriachilena.cl/602/w3 - article -3397.html43. ¿A qué se asocia el origen del nombre de la cueca brava?
las nuevas exigencias del público lector.
los cambios políticos y la crisis económica.
la mala gestión de don Enrique Blanchard -Chessi.
el constante cambio de directores ejecutivos de la revista.
b
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