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---|---|
El casado que logra
ser bien sufrido
viento en popa camina
a Puerto Rico;
y aunque naufrague
una mitra a lo menos
no ha de faltarle. | 27seguidilla_compuesta
|
¡Niño temido por los dioses y hombres!
¡Hijo de Venus! ¡Ciego de amor! ¡Tirano!
¿Con débil mano, vencedor del mundo!
¡Dulce Cupido! | 36estrofa_sáfica
|
De rubíes y diamantes
era la masonería,
y de gruesa perlería
las liseras circunstantes:
Esmeraldas rutilantes,
y zafires orientales
había tantos y tales,
que no bastan consonantes. | 40copla_arte_menor
|
Flamenquiya, ¿qué dirías
si yo jisiera contigo
esas malitas partías? | 30soleá
|
Llévese el viento mi choza,
el agua falte a mis pozos,
el fuego abrase mi parva,
la tierra me trague solo. | 11cantar
|
El Creador del cielo, de la tierra y del mar,
Él me dé la su gracia y me quiera alumbrar;
y pueda de cantares un librete rimar
que aquellos que lo oyeren puedan solaz tomar. | 9cuaderna_vía
|
Dijo y por verse libre
rindió mil votos
al mirar que su vida
no es más que un soplo.
chamberga
esta historia se cuenta
por uso
que trajeron algunos
del campo
de los Países Bajos.
| 16chamberga
|
A cada rato
alaridos de viento
diciendo qué | 8haiku
|
-SAN SERENÍN, padre maestro,
Esa luz que no apagarán
Todas las borrascas del mundo,
Mi aliento quisiera apagar.
¡El dolor de sentir la vida
En otra vida seguirá! | 39sexteto
|
Ipólito me guardava
la cara, quando leía,
veyendo si la mudava
con temor que me ponía:
e por cierto presumía
que si fuese atribulado,
syntiéndome por culpado
de lo que allí se entendía. | 15octavilla
|
Es la tierra de Soria árida y fría.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas. | 39sexteto
|
Haremos una floreta
siquiera, y la sotanilla
levantando a la rodilla,
sonaremos castañeta. | 19redondilla
|
Desde que libre estoy, ó amigo Ñuño,
No hay un solo momento en que se borre
Córdoba de mi mente. Ya te he dicho.
Cuanto allí me oceurió.... Culpas enormes"
" Contra mi Dios en la mazmorra horrenda
Es cierto cometí, que los rigores
De la justicia eterna provocaron.
Mas, ay!..., era preciso no ser hombre
Sinó un ángel de luz para librarse
En mi terrible situación de entonces
De las insidias del astuto infierno.
Pequé, Señor, pequé!....Sí, ardí en amores"
" Por una infiel beldad—Pobre Zahira!
Si como nació en Córdoba, de Tórmes
O de Arlanza en las márgenes naciera,
De cristianas virtudes fuera norte"
"Mas soy,ay Ñuño ! criminal mil veces.
Aquel dominio que en su pecho noble
El cielo me acordó, fué, bien lo alcanzo,
Para su alma sacar de los errores,"
" Y á la fe conquistarla y yo, protervo.
Obrando á la razón poco conforme,
Me aproveché de tal dominio solo
Para abusar de su inocencia....¡Atroces"
" Son los remordimientos queme acosan,
" Y que mi corazón mezquino rompen 1"
Cesó el anciano en lágrimas deshecho,
Y el compasivo Ñuño le responde :
" Gran yerro fué, señor, de tal manera
Del cielo sanio corromper los dones ;
Mas su misericordia es infinita,
Y al pecador arrepentido acoge.
A.rrepenlido cslá mi riumilde pedio,"
Lara con un sollozo interrumpióle.—
" Y perdonado estás," prosiguió Ñuño;
" ¿ Quién los designios del Señor conoce?"
" Tal vez la llama misma, que encendiste
Allá en el alma de la ilustre jóven,
La abrió á la fe; y es hoy apóstol santo
Que en Córdoba predica en altas voces"
ct E l Evangelio. Si las claras prendas
De la princesa mora son conformes
Con lo que tú relatas, ¿fuera extraño
Que el justo cielo así las galardone?"
" Su ardiente caridad me referiste
Y que de los cautivos y los pobres
Era madre común : virtud tan grande.
La primera de todas, que á los hombres
" Iguala con los ángeles, sin premio
Nunca quedó, jamas," Estremecióse
De gozo Lara, y prorumpió llorando :
"¿Por qué quieres con tales ilusiones"
Acallar mi tenaz remordimiento,
Y aquietar mi conciencia? Bien conoces
Que no es posible tanto, no : á la hermana
Del potente Almanzor, de aquella corte
En la atmósfera impura, ¿ quién pudiera
De su secta mostrarle los errores,
Nuestros altos misterios explicarle,
Y el agua santa que los lazos rompe "
''Del pecado, esparcir sobre su frente?....
Yo solo, yo....infeliz!... mil ocasiones
De hacerlo tuve, y las perdí.... Dios mió !
¿De su condenación quién te responde ? "
" Quién te responde, sino yo?" Convulso
Quedó el mísero anciano : convirtióse
En gemidos su voz, y vacilando
iba á caer; mas Ñuño le socorre,
Con palabras de afecto le sosiega
Y oportuno con sabias reflexiones
Le exhorta á que, olvidando lo pasado ,
De lo presente, cual se muestra, goze.
| 18romance_arte_mayor
|
Doble sarta de corales
parecen: mira al monago
que marcha entre dos ciriales
y alza la cruz de Santiago. | 5cuarteta
|
No igas que m'has querío;
di que has querío a una piera
y en er mar s'ha sumergío. | 30soleá
|
Siéntate y ponte a pensá
las horitas que has gastao
en jaserme charranás. | 30soleá
|
Serena la luna
Alumbra en el cielo,
Domina en el suelo
Profunda quietud;
Ni voces se escuchan,
Ni ronco ladrido,
Ni tierno quejido
De amante laúd. | 15octavilla
|
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose, y yo digo:
—¿Cómo puede reír? | 21silva_arromanzada
|
Al compas de un canto de artista de Italia
que en la brisa errante la orquesta deslie,
junto a los rivales la divina Eulalia,
la divina Eulalia rie, rie, rie. | 7serventesio
|
Mas di, ¿no adoras y aprecias
la morcilla ilustre y rica?
¡Cómo la traidora pica;
tal debe tener de especias!
¡Qué llena está de piñones!
Morcilla de cortesanos,
y asada por esas manos
hechas a cebar lechones. | 28copla_castellana
|
Entre tus piernas
la rabia de vivir
vale la pena | 8haiku
|
Bien sé ahora que tú eres
quien me dicta esta forma y este ansia;
sé al fin que el mar esbelto,
la enamorada luz, los niños sonrientes,
no son sino tú misma;
que los vivos, los muertos,
el placer y la pena,
la soledad, la amistad,
la miseria, el poderoso estúpido,
el hombre enamorado, el canalla,
son tan dignos de mí como de ellos yo lo soy;
mis brazos, tierra, son ya más anchos, ágiles,
para llevar tu afán que nada satisface. | 35unknown
|
Donde forman dos montes
un seno rudo
Yace Fuente la Rabia
lugar oculto.
Cercado
con el mar a los lados
nuboso
oscuro como pocos
y tiene
muy malos aires siempre. | 16chamberga
|
¿Cómo vive esa rosa que has prendido
junto a tu corazón?
Nunca hasta ahora contemplé en la tierra
sobre el volcán la flor. | 21silva_arromanzada
|
Me acerqué de la nave
al ángulo sombrío,
como quien llega con callada planta
junto a la cuna donde duerme un niño. | 21silva_arromanzada
|
Pues estás tan criminal,
hablar quiero con sossiego,
porque no encendamos fuego
como yesca y pedernal:
y pues soy Amor llamado,
hablaré con dulcedumbre,
recibiendo muy temprado
tu hablar tan denodado
en panes de dulcedumbre. | 38novena
|
Pues el otro, su heredero,
Don Enrique, ¡qué poderes
alcanzaba!
¡Cuán blando, cuán halaguero
el mundo con sus placeres
se le daba! | 12sextilla
|
La luna en el mar riela,
En la lona gime el viento,
Y alza en blando movimiento
Olas de plata y azul;
Y ve el capitan pirata,
Cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa?,
Y allá a su frente Estambul. | 15octavilla
|
Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo. | 20septilla
|
¿Para qué tanto yobé?...
Los ojitos tengo secos
de sembrá y no cogé. | 30soleá
|
Mas verás cuán enemigo,
cuán contrario, cuán cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuán poco duro con él
lo que le dio! | 12sextilla
|
Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed... | 3couplet
|
Este mundo bueno fue
si bien usásemos dél
como debemos,
porque, según nuestra fe,
es para ganar aquel
que atendemos. | 12sextilla
|
Diré cómo nacisteis, placeres prohibidos,
Como nace un deseo sobre torres de espanto,
Amenazadores barrotes, hiel descolorida,
Noche petrificada a fuerza de puños,
Ante todos, incluso el más rebelde,
Apto solamente en la vida sin muros. | 39sexteto
|
den inmortal materia,
sin que también en verso lamentable
celebren la miseria
de algún caso notable
que por ti pase, triste, miserable. | 14lira
|
Alcino, quien los ásperos rigores
de una ingrata beldad vencer procura,
ni encantos a la tésela espesura,
ni a la remota Colcos pida flores. | 24cuarteto
|
Yo, como soy humano y, por tal, pecador,
sentí por las mujeres, a veces, gran amor.
Que probemos las cosas no siempre es lo peor;
el bien y el mal sabed y escoged lo mejor. | 9cuaderna_vía
|
Y aplicando el capitán
a su potro las espuelas,
el rostro a Toledo dan,
y a trote cruzando van
las oscuras callejuelas. | 29quintilla
|
Nada de la existencia tu ánimo encanta;
quien te habla de placeres tus nervios crispa
y terrores secretos en ti levanta,
como si te acosase tenaz avispa
o brotaran serpientes bajo tu planta. | 32quinteto
|
De púrpura vestido
en los palacios entra,
por dar a la mentira
color y autoridad en la apariencia. | 17endecha_real
|
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal. | 21silva_arromanzada
|
¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo?
Se han sabido presagios y prodigios se han visto
y parece inminente el retorno de Cristo. | 42terceto_monorrimo
|
Tienes la cara alegre
digunta el alma,
porque no te confiesas
como Dios manda. | 22seguidilla
|
Aquí murió el deseo, nadie canta;
la luz, como en la noche, se detiene.
Aquí nadie ha nacido, porque nadie
puede nacer en donde nadie muere.
Su carne es inhumana, no amó nunca;
no brilló, como el agua, en su corriente;
nunca, como la flor, brotó ligera;
no voló, como el pájaro, celeste.
El cielo pasa en nubes, hiela o quema;
la tierra sufre y brama, oscuramente.
La piedra, como un dios oculto y sordo,
encerrada en sí misma permanece. | 18romance_arte_mayor
|
Jinete del suicidio despeñándose
que contiene una mano absorta en brisa.
Palma extasiada que en el azul meces
tu oscura rosa. | 36estrofa_sáfica
|
Yo siento en mi alma un inmenso vacío,
algo me falta y no puedo alcanzar,
fuentes de hielo en el cálido río
todos mis sueños. ¡Qué amargo soñar!. | 7serventesio
|
[E] si por ventura quieres
saber por qué soy penado
plázeme, porque si fueres
al tu siglo trasportado,
digas que soy condenado
por seguir d'Amor sus vías;
e finalmente Macías
en Espa[ñ]a fuy [nonbrado]. | 15octavilla
|
Hastiada de reinar con la hermosura
que te dio el cielo, por nativo dote,
pediste al arte su potente auxilio
para sentir el anhelado goce
de ostentar la hermosura de las hijas
del país de los anchos quitasoles
pintados de doradas mariposas
revoloteando entre azulinas flores.
Borrando de tu faz el fondo níveo
Hiciste que adquiriera los colores
Pálidos de los rayos de la Luna,
Cuando atraviesan los sonoros bosques
De flexibles bambúes. Tus mejillas
Pintaste con el tinte que se esconde
En el rojo cinabrio. Perfumaste
De almizcle conservado en negro cofre
Tus formas virginales. Con oscura
Pluma de golondrina puesta al borde
De ardiente pebetero, prolongaste
De tus cejas el arco. Acomodose
Tu cuerpo erguido en amarilla estera
Y, ante el espejo oval, montado en cobre,
Recogiste el raudal de tus cabellos
Con agujas de oro y blancas flores. | 18romance_arte_mayor
|
Aquello no era trabajo,
más bien era una junción,
y después de un güen tirón
en que uno se daba maña,
pa darle un trago de caña
solía llamarlo el patrón. | 12sextilla
|
¿Comprenderéis ahora al pobre pensamiento,
Al ver correspondido a su feliz rival?
¿No comprendéis su horrible, su bárbaro tormento
Al verse condenado a suerte tan fatal? | 7serventesio
|
Esta tan cruel y variable diosa,
en sola su mudanza permanente,
ha de mudar tu estado riguroso
por hacer novedades. | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto. | 14lira
|
Al tiempo que salen al pasto o guarida
las fieras silvestres y la humanidad
descansa o reposa, y aquella hembra ardida
libró de Holofernes la sacra ciudad,
forzada del sueño la mi libertad,
diálogo triste de un habla llorosa
hirió mis orejas, y tan pavorosa
que solo en pensarlo me vence piedad. | 41copla_arte_mayor
|
De la Luna la unción por arte mágica
derrite la materia de las cosas,
y su alma queda así, flotante y libre,
libre en el sueño. | 36estrofa_sáfica
|
¿La más preciada virtud?
Salud
¿Qué quieren todos y quiero?
Dinero
¿Cuál el tesoro mayor?
Amor
Tres cosas pido Señor
y juro no pedir más.
Seré feliz si me das:
Salud, dinero y amor. | 0ovillejo
|
Y es que al probar un día del vino amargo
de la vid de los sueños, tu alma de artista,
huyendo de su siglo materialista,
persigue entre las sombras de hondo letargo
ideales que surgen ante su vista. | 32quinteto
|
Salió al cabo y cual suelen
formar estruendo
si se embisten furiosos
Notos y Cierzos
Cual rayo
de la nube arrojados
que deja
del azufre las señas
Fogata
todo el humo en la cara. | 16chamberga
|
Con ardor incansable,
su militar destreza,
ha combatido siempre,
contra pérfidas tropas filisteas. | 17endecha_real
|
Doña Lambra con fantasía
grandes tablados armara.
Allí salió un caballero
de los de Córdoba la llana,
caballero en un caballo
y en su mano una vara;
arremete su caballo;
al tablado la tirara,
diciendo: Amad, señoras,
cada cual como es amada,
que más vale un caballero
de los de Córdoba la llana,
más vale que cuatro o cinco
de los de la flor de Lara.
Doña Lambra que lo oyera
de ello mucho se holgara.
Oídolo había el ayo
que a los infantes criaba;
de allí se había salido,
triste se fué a su posada;
halló que estaban jugando
los infantes a las tablas,
sino era el menor de ellos,
Gonzalo González se llama;
recostado lo halló
de pechos en una baranda.
¿Cómo venís triste, amo?
Decí: ¿quién os enojara?
Tanto le rogó Gonzalo
que el ayo se lo contara.
Mas mucho os ruego, mi hijo,
que no salgáis a la plaza.
No lo quiso hacer Gonzalo,
mas antes tomó una lanza;
caballero en su caballo
vase derecho a la plaza;
vido estar el tablado,
que nadie lo derribara;
enderezóse en la silla,
con él en el suelo daba;
desque lo hubo derribado,
de esta manera hablara:
Amad, amad, damas ruines,
cada cual como es amada,
que más vale un caballero
de los de la casa de Lara
que cuarenta ni cincuenta
de los de Córdoba la llana. | 1romance
|
Calma a los Dioses pide el afligido
Nauta del Egeo, cuando negra nube
la luna esconde y que segura estrella
que nunca marca el rumbo. | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
Este de su peligro
ya receloso
viendo que Polifemo
le trae sobre ojo.
Le dijo:
Eres ya mi enemigo
Y guarda
que no están las espaldas
seguras
de quien traiciones usa.
| 16chamberga
|
Y cuando muerto le vio,
Hero, cual Leandro fiel,
se arrojó al agua y murió
como él, por él y con él. | 5cuarteta
|
Cuando al fin el pintor de Flandes fue venido,
su mujer, desdeñosa, fría le ha recibido:
cuando ya en su mansión con ella se ha metido,
la señal que pintara no ha echado en olvido. | 9cuaderna_vía
|
Pásase y piérdese aquel
que los hombres gastan mal
y es desdicha sin igual
que se pierden ellos y él.
Todo el tiempo que vivimos
hacia el morir caminamos:
rodeando si velamos
y atajando si dormimos. | 28copla_castellana
|
En la imponente nave
del templo bizantino
vi la gótica tumba, a la indecisa
luz que temblaba en los pintados vidrios | 21silva_arromanzada
|
Hubo una selva y un nido
y en ese nido un jilguero
que alegre y estremecido,
tras de un ensueño querido
cruzó por el mundo entero. | 29quintilla
|
Este traidor armado
de máscara y visera,
sólo aspiró a su ruina,
desde que loco armó su infame secta. | 17endecha_real
|
Es tu queré como er biento,
y el mío como la piera,
que no tiene movimiento. | 30soleá
|
Sus columnas por el suelo,
¿Cómo España podrá ahora
Firme estar?
Con amante desconsuelo
El Islam por ella llora
Sin cesar. | 31estrofa_manriqueña
|
Yo llevé un moro de número,
¡sobresaliente el matucho!
Con él gané en Ayacucho,
más plata que agua bendita
siempre el gaucho necesita
un pingo pa fiarle un pucho. | 12sextilla
|
Conde Niño por amores
es niño y pasó la mar;
va a dar agua a su caballo
la mañana de San Juan.
Mientras el caballo bebe
él canta dulce cantar;
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar,
caminante que camina
olvida su caminar,
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.
La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está.
Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar
sentiréis cantar hermoso
la sirenita del mar.
No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
sino es el conde Niño
que por mí quiere finar.
¡Quién le pudiese valer
en su tan triste penar!
Si por tus amores pena,
¡oh, mal haya su cantar!
Y porque nunca los goce
yo le mandaré matar.
Si le manda matar, madre,
juntos nos han de enterrar.
El murió a la media noche,
ella a los gallos cantar;
a ella, como hija de reyes,
la entierran en el altar;
a él, como hijo de conde,
unos pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar;
las ramitas que se alcanzan
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban
no dejan de suspirar.
La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar.
Della naciera una garza,
del un fuerte gavilán;
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan par a par. | 1romance
|
Y como el polvo en nubes que levanta
en remolinos rápidos el viento,
formas sin forma, en confusión que espanta,
alza el sueño en su vértigo violento:
del vano reino el límite quebranta
vago escuadrón de imágenes sin cuento,
y otros mundos al viejo aparecían,
y esto los ojos de su mente vían. | 2octava_real
|
Le harás una pregunta como última cuestión:
si tiene el genio alegre y ardiente el corazón;
si no duda, si pide de todo la razón,
si al hombre dice sí, merece tu pasión. | 9cuaderna_vía
|
Yo no sé por dónde
ni por dónde no,
se me ha liao esta soguita al cuerpo
sin saberlo yo. | 26seguidilla_gitana
|
La divina omnipotencia
Para regalar al justo,
Le suele dar un disgusto
Para probar su paciencia.
Del prelado la inocencia
El cielo nos demostró;
Y don Gilberto pagó
Su tiranía y violencia.
¡Ay, Dios, y qué gran bondad!
La paciencia y la humildad. | 25décima_antigua
|
Y lo más triste es que, apenas
la pobre Hero se durmió,
cuando un aire desde Atenas,
la luz, soplando, apagó. | 5cuarteta
|
Mas cuando sufra tu edad
tratar de mayores cosas,
con palabras amorosas
te enseñaré la verdad,
No con rigor que te ofenda,
ni blandura que te dañe
ni aspereza que te estrañe
ni temor que te suspenda. | 28copla_castellana
|
Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura,
de su admirable estoque toledano. | 24cuarteto
|
Sabemos que en el mundo
jamás se encuentran
el gusto y el contento
cual se desean;
y es nuestro daño,
que aun seguimos al mundo
con tanto engaño. | 27seguidilla_compuesta
|
Pudiera la pluma
del menos bizarro
conducir el carro
de la que fue espuma.
En beldad, no en suma,
lucido caudal,
ellos visten nieve,
él corre cristal. | 4octava
|
Los búhos que espantados me seguían
con sus ojos de llamas,
llegaron a mirarme con el tiempo
como a un buen camarada. | 21silva_arromanzada
|
Aunque muy bien conocéis
mi deseo de serviros,
hacéis que no me entendéis;
cuando más muerto me veis
más procuráis encubriros;
mis entrañables suspiros
son muy mudos mensajeros,
van y vienen sin oíros,
sin poder poder deciros
la pena que me da veros.
| 25décima_antigua
|
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir,
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir; | 12sextilla
|
En la debilitada
sombra violeta de las olas,
mientras se van hundiendo con el puerto
los antiguos letreros y las luces,
flotarán esperando
nuestras conversaciones en el agua.
Serán el obligado desengaño
que con la brisa caiga desde la arboladura,
devolviendo al recuerdo
la tempestad de hablar
o palabras partidas como mástiles.
Porque los sueños dejan
igual que los naufragios algún resto,
con maderas y cuerpos hundidos en las sábanas,
llenos de dominada libertad. | 35unknown
|
Esos reyes poderosos
que vemos por escrituras
ya pasadas,
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas; | 12sextilla
|
Después de puesta la vida
tantas veces por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero; | 12sextilla
|
Después de las cuales vi más un varón
en hábito honesto, mas bien arreado,
y no se ignoraba su gran perfección,
que de verde lauro era coronado.
Atento escuchaba, cortés, inclinado
a la más antigua, aquella que hablaba;
quien vio suyas quejas y a quien las narraba,
de cómo ya vive soy maravillado. | 41copla_arte_mayor
|
Así, sire, en el aire de la Francia nos llega
la paloma de plata de Suecia y de Noruega. | 3couplet
|
En estos tres la gala y el aviso
cifró cuanto de gusto en sí contienen,
como su ingenio y obras dan aviso. | 33terceto
|
recíbeme en tu cumbre,
recíbeme, que huyo perseguido
la errada muchedumbre,
el trabajar perdido,
la falsa paz, el mal no merecido; | 14lira
|
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay!, que de aquellas horas de alegría,
le quedó al corazón sólo un gemido
y el llanto que al dolor los ojos niegan,
¡lágrimas son de hiel que el alma anegan! | 2octava_real
|
¡Oh cuánto mejor fuera
el don de hermosura, que del cielo
te vino, a cuyo era
habello dado en velo
santo, guardado bien del polvo y suelo! | 14lira
|
Quisiera entrar en mí, vivir conmigo,
poder hacer la cruz sobre mi frente,
y sin saber de amigo ni enemigo,
apartado, vivir devotamente. | 7serventesio
|
Quien mira el gran concierto
de aquestos resplandores eternales,
su movimiento cierto
sus pasos desiguales
y en proporción concorde tan iguales; | 14lira
|
Por las noches me desvelo
entre sueño y poesía
de colores.
Así, la luna y el cielo
me acompañan hasta el día
sin actores. | 31estrofa_manriqueña
|
Luego que habló bonito"
(iPico admirable!)
Como el Ave Maria
Supo la Salve.
y tambien luego
Acudió con virtudes
Al Pudre nuestro | 27seguidilla_compuesta
|
¡Cuántas veces mirándome tan triste
la piedad de mi dolor la empujó
verter amargas y piadosas lágrimas,
con que adornó los flores! | 37estrofa_francisco_de_la_torre
|
Para aliviar los dolores,
doctores.
¿Y si fracasa la ciencia?:
paciencia.
Y puesto que es concluyente
la mente.
En el ser inteligente
contra todo sufrimiento
cuando llega ese momento,
doctores, paciencia y mente. | 0ovillejo
|
Dil'usté a mi mare
que no yore más;
sino que ande toítos los pasos
pa mi libertá. | 26seguidilla_gitana
|
Expediente al Estado,
necesario a la Iglesia,
se dice su exterminio,
y en sus reinos con leyes la decretan. | 17endecha_real
|